Puerto de la Cruz: qué ver, dónde pasear y cómo enamorarse del norte de Tenerife

Puerto de la Cruz hay que vivirlo despacio, a pie. No es de esos sitios donde llegas corriendo, haces cuatro fotos y te vas. Aquí las cosas pasan de otra forma: hay historia en cada esquina, el mar está presente siempre, las flores lo invaden todo y el ritmo es otro. Es una ciudad que no ha vendido su alma al turismo de masas y se nota. Te voy a contar cómo exprimirla bien.

🌊 El paseo de San Telmo (tu nueva adicción)

Recorrer el paseo de San Telmo se convierte en ritual. Va desde Playa Jardín hasta el Lago Martiánez, siempre con el océano ahí, pegado, rompiendo con fuerza. Hay bancos donde la gente se sienta horas mirando el agua, palmeras que dan sombra, alguna escultura perdida, músicos tocando y ese viento que te despeinan pero que también te limpia la cabeza.

🏖️ Playa Jardín: cuando la lava se hace playa

César Manrique dejó su huella aquí. Playa Jardín es una mezcla rara pero que funciona: naturaleza volcánica cruda con jardines cuidados, caminos entre piedras, miradores estratégicos. La arena negra y gruesa contrasta con todo ese verde. Puedes bañarte o simplemente sentarte a mirar las olas romper. Ambas opciones valen.

🏝️ Lago Martiánez: cuando el arte se llena de agua

Otro regalo de Manrique. El Lago Martiánez es básicamente una piscina gigante que parece una obra de museo. Lava volcánica, plantas tropicales, agua salada, diseño en cada rincón. De día ya impresiona, pero de noche con la iluminación se pone mejor todavía. Es de esos sitios donde te quedas dando vueltas sin prisa.

🏄 Playa de Martiánez: para los que buscan olas de verdad

Pegada al Lago está la Playa de Martiánez, pero el rollo es totalmente distinto. Aquí el mar manda. Los surfistas la conocen bien porque las olas no fallan y hay quien simplemente viene a sentir esa fuerza del Atlántico golpeando. No es una playa donde te tumbas con la toalla toda la tarde, pero sí donde respiras hondo y sientes que estás vivo.

🦜 Loro Parque: lo típico que no decepciona

Vale, el Loro Parque sale en todas las guías turísticas. ¿Y sabes qué? Está bien que salga. No es solo un zoo, hacen un curro importante con la conservación de especies, todo está cuidado al detalle y funciona. Si llevas críos es casi obligatorio, pero aunque vayas solo y te gusten los animales, vas a disfrutarlo.

🌿 Jardín Botánico y Parque Taoro: verde que cura

Sube un poco desde el centro y llegas al Jardín Botánico. Allí todo es sombra, silencio y plantas que parecen de otro planeta. Muy cerca tienes el Parque Taoro, perfecto para pasear sin rumbo entre árboles, fuentes antiguas y jardines bien cuidados. Las vistas desde ahí arriba son brutales: todo el valle, el mar al fondo, el Teide vigilando. Llevas la cámara, haces fotos, pero las mejores te las guardas en la cabeza.

🖼️ La Ranilla: el barrio con más rollo

Si Puerto tiene un corazón artístico, está en La Ranilla. Casas bajas de colores, murales en cada pared, tienditas de artesanía, vinilos de segunda mano, teterías donde se está bien, cafés con mesas en la calle y alguna librería de esas que te hacen perder el tiempo de la mejor manera. Es uno de esos barrios donde entras a curiosear y sales dos horas después.

🌺 Plaza del Charco: donde pasa la vida

La Plaza del Charco es el centro de todo. Siempre hay gente: críos corriendo, familias charlando, grupos tomándose algo cuando baja el sol. Está rodeada de bares y tiendas y es el sitio perfecto para hacer un alto, sentarte y ver cómo se mueve el Puerto. Porque aquí la vida pasa en la calle.

⚓ La Virgen del Carmen: cuando el pueblo se vuelca al mar

Si caes por aquí en julio, intenta no perderte la procesión de la Virgen del Carmen. Es la fiesta marinera por excelencia. Sacan a la Virgen de la iglesia, la llevan hasta el muelle y la embarcan. Música, flores por todas partes, petardos, devoción mezclada con fiesta. Es un momento intenso donde todo el Puerto se junta, incluidos los turistas que acaban emocionados aunque no sepan muy bien de qué va el tema.

🎭 Otras fiestas que molan

  • Mascarita ponte el tacón: Carnaval con tacones, humor y mucha participación. Un clásico que te hace reír sí o sí.
  • Carnaval de Verano (22-24 agosto): fiesta con música en directo, baile hasta tarde y buen rollo.
  • Festival Mueca: mezcla de conciertos, arte callejero y puestos de comida. Ambiente cultural pero sin esnobismos.
  • Baño de Cabras (24 junio): tradición local de San Juan. Hay que vivirlo para entenderlo.

🚗 Dónde dejar el coche (sin volverte loco)

Una buena opción es la explanada cerca de La Ranilla, justo pasando Luis Lavaggi y el Peñón del Fraile, zona del faro. Es lo que llamamos la explanada del muelle. Suele haber sitio y está bien ubicada para moverte luego a pie por el centro y San Telmo.

Ojo: si aparcas muy pegado al muro que da al mar y hay oleaje fuerte, te puede caer una ola encima del coche. No es broma. Me ha pasado. Mejor busca sitio más hacia dentro, estarás más tranquilo y no te llevarás sorpresas saladas.

🏳️‍🌈 Un sitio donde todo el mundo cabe

Puerto de la Cruz tiene algo que no todas las ciudades tienen: es abierto de verdad. Hay eventos culturales todo el año, espacios para todo tipo de gente y un ambiente donde nadie te mira raro hagas lo que hagas. Vienes solo, en pareja, con amigos o con quien sea y te sientes bien. Así de simple.

🚶 Para terminar

El Puerto no se puede explicar con palabras. Hay que caminarlo, olerlo, escucharlo. Huele a sal siempre, tiene buganvillas colgando por todos lados y el ruido de fondo es el de las olas. No es solo para turistas con cámara en mano, es para quien busca algo más: alma, historia real y naturaleza que te rodea sin que tengas que forzar nada.


Ya que estás por la zona, échale un vistazo también a:
Garachico, Icod de los Vinos, La Orotava, Güímar y San Cristóbal de La Laguna.